domingo, diciembre 23, 2007

Ingravidez

"¡Quédate conmigo!..."

Desastrosa ingravidez de sueños vacíos. Mundanos. Arrancarse el corazón, sonreírle a la vida o al amor, perderse en tu presencia. Desastrosa ingravidez. Sueños vacíos y mundanos.


Madruga sin amanecer en mi cripta solitaria. No hay sol, ni reloj-despertador. Ni principio ni final. No hay piedad ni descanso. Soledad. Me gusta la soledad. Pero hoy sólo quiero gritar a los fantasmas burlones que rodean mi oscuridad. Callad. Por Dios, por piedad, callad. Dejadme, dejadme pensar.

Muro incontenible de nublosas sensaciones. Maldito desierto de ideas a medio crear. Crujidos rabiosos de viejos silencios. Ciego mar de ciegas playas donde varan, insensibles, pesados barcos soñadores. Silencio. Ni quiero ni puedo pensar.

Déjame ser arena en el viento. Déjame ser ola en el mar. Déjame pertenecer a la tierra, déjame. Pero detén este alud de palabras no pronunciadas. Ataja, rápido, el avance de este eterno mal. Dame mil momentos de silencio. Dame sólo un momento de paz.

Déjame ser yo. Pero no me dejes a solas conmigo.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me gusta que haya gente que sepa expresarse mejor que yo. No sé porqué he tardado tanto en leer esta entrada, pero agradezco que existan tus palabras, para expresar aquello que yo, sola, no podría ni decir.

Un saludo, de una nueva admiradora, supongo.

~ Lor.

3/1/08 7:38 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home