miércoles, noviembre 16, 2005

¡Estrenamos blog!

Si ya tenia yo ganas de hacer algo asi contigo Paix xD Me voy a dar el lujo de estrenarlo para ver que tal queda, voy a publicar de lo poquito que tengo pasado a PC. Dice así una historia que probablemente nadie entienda... xD
Cuando la musa habla de fantasmas

Cuando la musa habla de fantasmas, el alma llora.

(...)

Y allí estaba él. ¿Había acabado todo? Podría ser, pero ni él mismo sabría decirlo con seguridad. En aquel momento todo lo que podía hacer era llorar o reír; poseído por la locura, casi incrédulo, decidió reírse amargamente de su desdicha, pues las lágrimas jamás le habían traído gratos momentos, y aunque todo aquello bien merecía un par de lágrimas, sin duda había tomado la decisión correcta: reír.

La calle parecía ser un paréntesis entre el colorido frenesí de la ciudad, un descanso de las luces de neón y las gigantescas farolas de anaranjado alumbre. Todo cuanto veía la luna desde las alturas era una mancha oscura vagamente iluminada por una serie de puntitos blancos de perfecta simetría entre sí.

Bajo una farola de resplandor blanco se hallaba él, rodeado de oscuridad. Casi parecía una forma inerte hecha del mismo blanco y negro que vestía toda la calle. Solo el humeante cigarrillo que se consumía en sus labios parecía conocer de las maravillas de otro color: el rojo anaranjado que lo consumía.

Bien podría yo, el narrador de su triste historia, hablar sobre todas las cosas que mancharon su vida impregnándola de color, desde el rojo carmín de los besos hasta el negro apagado de un llanto; pero eso, ya no era importante. Solo cabe decir que ahora, lo mejor era el blanco y negro.

Al fin, el cigarrillo se consumió. Mientras el rojo fuego se extinguía, el cigarrillo pareció comprender que todo había acabado, y, asustado, soltó un último grito en forma de humareda (que como no podía ser de otra forma, flotaba en perfecto blanco y negro). La sonrisa de su rostro se desvaneció.

Intentando recordar qué pasos le habían llevado a "reír por no llorar" bajo aquella triste farola, se asentó mejor el sombrero para guardar bajo la sombra del blanco resplandor sus negros ojos. Con la siniestra, se dispuso a sacar del bolsillo de la gabardina otro cigarrillo que lo ayudase a pensar, pero un desgarrador grito lo interrumpió.

Algo, o no, mejor, alguien caía desde lo más alto de un edificio en aquella misma calle. En un primer momento, mientras veía a aquel infeliz caer, pensó que se suicidaba de plena voluntad, pero al recordar el desesperado grito que exhaló mientras caía, supuso que la victima se había dado cuenta de que acababa de sellar su destino y, arrepentido, no pudo soportarlo. El cuerpo se estrelló estrepitosamente contra uno de los coches aparcados a un lado de la calle, destrozando su techo como si de un fino papel se tratase, hundiéndose entre el resquebrajado metal hasta casi besar el suelo.

Una multitud salida de la nada rodeó con premura el lugar del siniestro; el silencio de la noche definitivamente se partió al verse inundado de gritos y llantos, sonoro producto del conmovido gentío.

Aunque a él la fuerza no le acompañase en ese instante, se vio en la obligación de acercarse a contemplar lo sucedido junto a la morbosa multitud. La victima vestía una gabardina oscura y lo que parecía un sombrero "años 50" a juego con su atuendo.

"Señora, ¿qué ha ocurrido?" – preguntó a una mujer de avanzada edad que contemplaba la escena, que aunque apenada, no parecía tan conmovida como el resto.
"...otro ángel ha caído" – de entrada, la respuesta le sorprendió, lo abrumó por un instante, pero al acercarse al cadáver tanto como para verle la cara, lo comprendió. Vestía sus mismas ropas, calzaba sus mismos zapatos, una cajetilla de su tabaco favorito yacía en el suelo junto al cuerpo destrozado. Él yacía muerto sobre el techo de un coche, víctima quizás de su delirio.
"Idiota... pero si ya no tienes alas..." – pensó en voz alta, mientras la angustia lo abrazaba. La gente a su alrededor se desvaneció con el susurro de estas últimas palabras; el vacío a su alrededor se tornaba totalmente oscuro, ya no había blancas farolas que alumbrasen su camino.

...y allí estaba él. ¿Había acabado todo? Quien sabe. Todo aquello bien merecía un par de lágrimas, pero sin duda había tomado la decisión correcta: reír.

3 Comments:

Blogger Paix said...

Pues vaya manera de comenzar, haber como se supera eso T.T
Nada, simplemente decir q estoy encantada d compartir blog con alguien que es capaz de escribir asi(tienes razon en que quizas no pillemos la plenitud de la obra...pero siempre te e dicho que tus frases llegan al alma)

Y ese principio en especial...en fin, ya lo sabes...

Por el primero de muchos, Paix

17/11/05 5:29 p. m.  
Blogger ~or! said...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

1/12/05 10:16 p. m.  
Blogger ~or! said...

Pues gracias por los comentarios vaya, sobre todo gracias por el tuyo Chloe, se de buenas que en verdad te ha gustado, o en fin, lo has entendido xD

Gracias Paixi, Rikku ^_^ y gracias Paine... oO

2/12/05 1:02 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home